jueves, 29 de marzo de 2012

WALT DISNEY. APRENDI Y DECIDI TRIUNFAR

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar... decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos, aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar."

                                                           Walter Elías Disney (1901 - 1966).



miércoles, 28 de marzo de 2012

"NO TE DETENGAS"

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
Sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que sea casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
Nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en
contra, la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
Pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a
caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros
Los "poetas vivos"
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...
                                       
                                     Walt Whitman (1819-1892)
                                La Sociedad de Los Poetas Muertos


lunes, 26 de marzo de 2012

El misterio del elefante del circo.

Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. 

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a mi padre por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no las podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la Fe.

La única manera de saber es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros, pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de él.




viernes, 23 de marzo de 2012

¿ Qué es Fe ?

El verdadero secreto de vivir es dar.
Aprende y comprende cuán frágil es una decisión si esta no se apoya en el compromiso.

Todo mundo habla de tener fe. Pero, ¿qué es fe?

Fotografia de raquel

En sí, tener fe es saber hacia donde vas, fe es saber que el sol saldrá por la mañana, que el sol esta ahí, aún cuando no se mire, aún cuando se encuentre oculto por un cielo nublado. La Biblia dice que fe es la sustancia de las cosas que no se ven.
Fe no es saber donde estas, sino saber hacia donde vas, hacia donde te diriges. Fe es percibir que eres mucho más de lo que eres.

Es mediante la fe que te trasladas al futuro y entonces es más fácil comprometerte en el momento actual. Así por medio de la fe le restas importancia a las situaciones del diario vivir, cuando eres capaz de visualizar tu meta. Las situaciones difíciles solo serán peldaños. Los detalles perderán su  importancia según te muevas hacia delante.

La fe no es algo que descubres. La fe es algo que se desarrolla y no va a ocurrir de la noche a la mañana.
La fe es  la que te llevará a  tomar una verdadera decisión y a comprometerte firmemente para no renunciar jamás.

( Extracto tomado del libro: El secreto de vivir es dar, de Birdie Yager )

jueves, 22 de marzo de 2012

La envidia es admiración.

 Recuerdo que en una ocasión a un amigo le manifeste cuanto lo envidiaba, al verlo sentado tras el volante de un hermoso y nuevo auto que el habia adquirido.
Se bajo del automovil. Se puso delante de mí, me miro a los ojos y me pregunto:  ¿Me envidias?
Le dije, por segunda ocasión, que en verdad lo envidiaba por todo lo que tenia. 
El coloco su manos sobre mis hombros y con una amplia sonrisa me dijo: 
Bien, si me envidias es por que admiras lo que yo soy, y aún no me has dicho cuanto me admiras solo porque no quieres admitirlo.
Dicho esto, se volvió, subió al auto y se alejo agitando su mano en señal de adios.
Me quede viendo como se alejaba..., tratando de entender lo que habia dicho.

En el fondo, la envidia es  admiración y halago a los talentos y éxitos del otro, pero que se torna difícil de reconocer. Al no reconocerlo me genera un sentimiento que no me produce nada positivo, me hace padecer rencor y amargura.

La envidia es poderosa  en el corazón de la gente mediocre que no se atreven a ser ellos mismos. Quieren ser lo que otros ya son y tener lo que otros ya tienen sin siquiera  pensar en el esfuerzo que ellos  han puesto en alcanzar sus logros. 

Cuando siento envidia por alguien, lo mejor que he aprendido hacer, y me ha costado mucho esfuerzo, es  admitir mi sentimiento de admiración por  lo que es o lo que tiene y le envío  mis bendiciones. Al hacerlo me siento en paz  con él y conmigo mismo, y en algunas ocasiones he alcanzado cosas que considero mejores que las que me despertaron envidia.

Me he puesto a pensar que el que llegara a envidiarme todo el mundo quizás sea bueno, pero que me admire todo el mundo y me envié sus bendiciones es siempre mucho mejor  y más satisfactorio.
¿Tú que opinas?


miércoles, 21 de marzo de 2012

Yo soy yo, Tú eres Tú


Yo soy yo, Tú eres Tú
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío
Yo no vine a este mundo para vivir
De acuerdo a tus expectativas
Tú no viniste a este mundo para vivir
De acuerdo con mis expectativas
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya
Si coincidimos, será maravilloso
Si no, no hay nada que hacer.


Fritz S. Perls (1893-1970)
 Psicoanalista. Creador de la terapia Gestalt.

martes, 20 de marzo de 2012

10 claves para triunfar en la vida y en el trabajo





"El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder tu entusiasmo"
                             Winston Churchill



 Experto en equivocarse. "Errare humanum est". Errar es humano. Hegel encabezó su principal obra filosófica con un "atrévete a equivocarte" que parafraseaba el "atrévete a saber" de los clásicos. Para el físico Niels Böhr (Premio Nobel de Física en 1922): "Un experto es alguien que ha cometido todos los errores posibles en su campo". Así que atrévete a equivocarte: conviértete en un experto.

Nada tarda más que lo que nunca se empieza. Los ingleses tienen una palabra para expresar cuando alguien pospone las cosas que tiene que hacer: "procrastinate" (que ha dado el calco "procrastinar" en español). Dejar para después lo más importante o lo más urgente por hacer primero lo que menos nos cuesta tiene muchas veces como resultado que sólo acabamos lo inútil. Como decían nuestras madres: "Hay que ocuparse y no pre-ocuparse".

Planificar e improvisar
. "Si me dieran ocho horas para talar un árbol, sin duda usaría seis para afilar el hacha". La frase, atribuida a Lincoln, expresa muy bien la importancia de la preparación previa para acometer cualquier proyecto. Decidir el itinerario sobre el plano hace más fácil el camino, aunque sobre el terreno hay que saber ser flexible y cambiarlo si hace falta. Nunca van a salir las cosas completamente como estaban planeadas, pero el mero hecho de hacerlo supone ya una gran ventaja.

Apuntar alto, empezar por lo bajo. Para que la flecha llegue lejos, hay que apuntar alto. No directamente hacia el cielo, en vertical, porque probablemente nos caerá en el pie. Si el viento viene en contra, un poco más bajo. Si viene a favor, un poco más arriba. Pero, aunque aspiremos a una meta lejana, la mitad del camino hay estar mirando hacia abajo para no tropezar.

Perseverancia. El recién fallecido Steve Jobs decía que la diferencia entre alguien que triunfa y alguien que no es en un cincuenta por ciento pura perseverancia. Para saber si tienes ese otro cincuenta por ciento, sigue intentándolo. Otro de los grandes impulsores de la industria americana, Henry Ford, lo expresó más poéticamente: "tanto si crees que puedes, como si crees que no... tienes razón".

A todo se aprende. Con la formación y el entrenamiento adecuados, todos podemos llegar a hacer cualquier cosa, desde tocar el violín como un virtuoso hasta diseñar cohetes espaciales. Recuerda que nunca es demasiado tarde y que, como decía Machado, "hoy es siempre todavía". Decide qué quieres hacer y fórmate para ello.

Con empuje, sin empujar. Kant decía que en el bosque un árbol crece más al verse rodeado por otros árboles que compiten por el sol. La sana competencia es buena para crecer. Pero los árboles ni se pisan, ni se dan codazos ni se agarran: su única forma de competir es creciendo ellos mismos, no tratando de rebajar a los demás. Para Kant, también, centrado en el establecimiento de criterios morales universales, tanto respecto al éxito como a la felicidad, era, más importante que conseguirlas, merecerlas. Triste victoria es la obtenida cuando se merece la derrota.

Aprende a escuchar. Nadie tiene siempre la razón. Ni siquiera el cliente, como reza el refrán. Ni el jefe. Pero tampoco tú. Tampoco nadie puede estar siempre equivocado. Ni siquiera el cliente. Ni el jefe. Ni, por supuesto, tampoco tú. Escucha las críticas. Aprende de ellas. Mejora lo que puedas. Y respeta a quien las hace: muchas veces sería más fácil callárselas.

Busca tu vocación. Intenta vivir de hacer lo que te gusta. Ganarte la vida en lo que sabes y quieres trabajar. Pero, si no lo consigues, intenta que te guste lo que haces. Verás que no es tan difícil. Y, si tampoco lo consigues, cambia de trabajo. (Si trabajas como verdugo, sáltate el paso anterior y cambia de trabajo directamente).

La vida es un fandango...
y quien no la baila es porque no quiere. Tu oportunidad te está esperando, pero tienes que ir tú a buscarla. Si esperas que te saque ella a bailar, puedes seguir sentado indefinidamente. De lo que tampoco deberás echar la culpa a nadie. El mundo entero conspira para ayudar a los audaces.

por Luis Garcia.

lunes, 12 de marzo de 2012

¡Atrevete a vivir!

Para vivir, realmente vivir, se debe de ser atrevido para decidir por uno mismo. Se debe de ser atrevido para pensar con independencia  y animarse a emprender las acciones que sean necesarias para lograr lo que se desea.

Se debe de ser atrevido para iniciar el camino aún cuando se camine solo. Tomar la decisión de aprender  en el curso del camino de la vida  y,  ayudar a otros a caminar  el  propio.
No tardes tiempo en decidir por ti. ¡Camina!.¡Ponte en acción! ¡Rompe la inercia! ¡Busca resultados!

Atrévete a hacer camino y no vaciles en dar el siguiente paso. No dudes en mantener un paso tras otro, firme, seguro, constante, y manten siempre  tu vista en el horizonte, ¡busca los resultados!¡tus resultados!¡lucha por ellos!

Yo no creo que existan vidas  fáciles ni perfectas. Pero sí, vidas hermosas y bellas por las experiencias  que ella  misma nos ofrece al caminar. El poeta Antonio Machado escribio el hermoso poema que Serrat convirtió en canción:
                                             Caminante, son tus huellas
                                              el camino y nada más;
                                              Caminante, no hay camino,
                                               se hace camino al andar.
                                               Al andar se hace el camino.
Así es la vida. Y  para vivirla al máximo hay que ser atrevido.. y hecharse a andar.  ¡
¡Atrevete y no te detengas!! 

viernes, 9 de marzo de 2012

“El espíritu creativo”.



"Años cincuenta. En una cocina, en algún lugar del país una madre está abriendo unas latas y vertiendo su contenido en una olla exprés. Su hijo es un boy scout y quiere obtener un premio como director de cine. El padre le ha comprado una cámara súper8. El niño ha tenido la inspiración de realizar una película de terror. Para una de las tomas necesita algo viscoso y sanguinolento que gotee por los armarios de la cocina. La madre ha comprado treinta botes de cerezas en almíbar que vierte en la olla a presión y prepara una mezcla deliciosamente húmeda, roja y pegajosa.

Esta madre no es del tipo que dice “ve fuera a jugar, no quiero todo esto dando vueltas por casa”. No sólo es condescendiente: da rienda suelta al hijo, permitiéndole transformar la casa en sus estudios cinematográficos, dejándolo que mueva los muebles y cree sus decorados. Lo ayuda a hacer el vestuario y participa en sus films. Cuando el chico quiere rodar una película en el desierto, la madre lo acompaña con el jeep a su expedición. Mucho tiempo después la madre recordaba haber rascado durante años los restos de la escena con sangre viscosa. ¿Sabéis el nombre del hijo? Steven Spielberg."

D. Goleman, del libro “El espíritu creativo”.

miércoles, 7 de marzo de 2012

En busca del maestro

Paulo Coelho                       
   
Algunos discípulos pasan la vida preguntándome dónde está la verdad -dijo un maestro-. Así que un día decidí señalar en una dirección cualquiera, intentando demostrar que lo importante es recorrer un camino, y no quedarse pensando en él.
Pero en lugar de mirar en la dirección que le señalaba, el hombre que me había hecho la pregunta comenzó a examinarme el dedo, tratando de descubrir dónde estaba escondida la verdad.

Cuando la gente busca un maestro, debería estar buscando experiencias que puedan ayudarle a evitar ciertos obstáculos. Desgraciadamente, la realidad es otra: recurren a la ley del mínimo esfuerzo, intentando encontrar respuestas para todo. El que desea aprovecharse del esfuerzo del maestro para así no gastar sus energías nunca llegará a ninguna parte, y acabará por sentirse decepcionado.

Quien estudie un poco la historia de Buda, se dará cuenta de que, después de alcanzar la iluminación, se dedicó a hacer que sus discípulos desarrollasen las cualidades necesarias para llegar a la tan anhelada paz de espíritu.
Quien lea los evangelios, reparará en que casi todas las enseñanzas de Jesús tienen lugar en dos circunstancias: bien cuando viajaba, bien alrededor de una mesa.
Nada de templos. Nada de lugares escogidos. Nada de prácticas sofisticadas y difíciles: los apóstoles prestaban atención a lo que decía cuando andaba y cuando comía, cosas que hacemos todos los días de nuestras vidas. Precisamente porque las hacemos todos los días, no damos ningún valor a las enseñanzas que están escondidas en nuestros quehaceres diarios. Pensamos que las cosas sagradas son accesibles sólo para los gigantes de la fe y la voluntad, y pensamos que aquello que hacen las personas es demasiado pobre para ser aceptado con alegría por Dios.


En busca de nuestros sueños e ideales, muchas veces colocamos en lugares inaccesibles todo lo que está al alcance de la mano. Cuando descubrimos el error, en lugar de alegrarnos por haber comprendido nuestros fallos, nos dejamos llevar por la culpa de haber dado pasos errados, de haber malgastado nuestras fuerzas en una búsqueda inútil, de haber disgustado a quien deseaba nuestra felicidad. Y es entonces cuando corremos el peligro de acercarnos a los 'maestros' o 'gurús' que nos ayudarán a recuperar el tiempo perdido.

Pero no es así: aunque el tesoro esté enterrado en tu casa, sólo lo descubrirás cuando te hayas alejado.
Si Pedro no hubiese experimentado el dolor de la negación, no hubiera sido escogido jefe de la Iglesia.
Si el hijo pródigo no hubiese abandonado todo, jamás habría sido recibido con júbilo por su padre.
Si Buda no hubiese decidido vivir una vida de sacrificio durante muchos años, jamás hubiera entendido el placer de la alegría.
Algunas cosas en nuestras vidas tienen un sello que dice: «Sólo comprenderás mi valor cuando me pierdas y me recuperes». De nada sirve querer acortar este caminó.

Existe un viejo dictado mágico que dice: cuando el discípulo está listo, aparece el maestro.
 Pensando en esto, muchas personas se pasan la vida entera preparándose para este encuentro. Cuando se cruzan con el maestro, se entregan por completo, días, meses o años. Pero terminan descubriendo que el maestro no es el ser perfecto que habían imaginado, sino una persona igual a las demás, cuya única función es compartir aquello que ha aprendido. Al verse frente a una persona normal, el discípulo se siente herido. Siente desesperación y el deseo de abandonar la búsqueda, cuando, en realidad, es así como debe ser, es esto lo que nos hace libres para labrarnos nuestro propio camino.

Paulo Coelho

 

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Quien muere?


Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.

Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o
no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad. 

Pablo Neruda
Poeta Chileno (1904-1973)

viernes, 2 de marzo de 2012

Ideas para mejor vivir.

Sé un gran soñador pero sobre todo sé un gran hacedor de sueños, sean tuyos o prestados, conviértelos en realidad.
Jamás te burles de los sueños de los demás y si esta en ti llénalos de entusiasmo por lo que ellos pueden lograr.
Sé el primero en dar a la gente lo que ellos quieren y no dudaran en darte lo que tú quieres.
Sonríe a la gente que te rodea y no dudes en pedir dar un abrazo a tus seres  queridos. Y no pierdas la comunicación con los que no están cerca de ti, diles cuanto los amas y los extrañas, más se sincero.
Recuerda con respeto a los que han partido de este plano terrenal y eleva una  oración por ellos.
Decídete por el amor. Para el que ama cualquier empresa es posible.
Ten por hábito dar siempre más de lo que esperan de ti y hazlo con gusto.
No juzgues a nadie por su apariencia por que te puedes llevar una sorpresa.
 No juzgar,  no condenar y no quejarse es un buen principio para las buenas relaciones humanas.
Escucha y pon atención sin menospreciar a nadie. Puedes aprender mucho del que menos esperas.
Es mas importante lo que te digas de ti mismo que lo que los demás digan de ti.

No duermas mucho, solo lo necesario para recuperar energías perdidas.
Habitúate a  esperar y observar cada amanecer. Es un regalo maravilloso.
Lee un  nuevo libro cada mes y asegúrate que saque algo bueno de dentro de ti.
Escribe un diario, un poema, una carta, una  canción. Sé sincero y vierte en ello tu corazón.
Date un tiempo para estar solo y reflexionar. La soledad nos presenta con nosotros mismos y nos recuerda nuestra esencia.
No hables de lo que no sabes. Sé humilde reconociéndolo. Hay más sabiduría en el que expresa: no lo sé pero puedo aprenderlo.
El valor no consiste en evadir o huir del miedo sino en enfrentarse a él.
El más grande enemigo del miedo es la acción, pues éste siempre sale victorioso.
La actitud puede producir mucho o nada, ser negativa o positiva, todo depende de tu elección.
No creas todo lo que escuches ni todo lo que veas, cerciórate que la vista  no te engaña, y también que la verdad no sea a medias. Investiga, reflexiona, experimenta.  
No gastes todo lo que ganes y si tienes deudas, págate a ti primero.
Nada se pierde, más si crees que pierdes algo, no pierdas la lección que te deja lo perdido.
Ten respeto por ti, por los demás y por la tierra en la que vives, y obtendrás respeto y paz mental.