No se puede alcanzar y disfrutar de riquezas, prosperidad y abundancia si no se tiene una mente programada de manera consciente e inconciente, que nos lleve a tomar una decisión firme, el compromiso y el esfuerzo en alcanzar esa meta. Si en nuestra mente no se encuentra el ser rico, próspero y abundante, es bastante obvio que nuestra mente no nos ayudará a ver y aprovechar las oportunidades para ser rico, próspero y abundante.
Es claro que todas las personas que han alcanzado estas metas y muchas otras, es por que ellas han puesto en su mente que, el alcanzar esas metas es un objetivo muy importante, de alta prioridad, y tiene que hacerse realidad a pesar de cualquier circunstancia, por mas adversa que ésta sea.
Y logran hacerla realidad porque en su mente no hay espacio para algo más. En su mente solo se encuentra ese objetivo, esa meta y, es tan clara y definida que emociona. Es una emoción que quema, que ilumina, que en ocasiones jala y en otras empuja. Es eso que llaman: un deseo ardiente.
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