Las personas encontramos infinidad de motivos por los cuales muchas veces no crecemos. Aún continuamos aferrados a nuestras viejas maneras de pensar, de sentir y por lo tanto seguimos con las viejas maneras de actuar, y de relacionarnos con el mundo, obteniendo así, más de lo mismo, de eso que ya no queremos. La comodidad, la complacencia, la falta de claridad en la visión de futuro, la falta de conocimiento sobre como obtener los resultados que queremos lograr, son obstáculos que nos mantienen con la actitud de… ¿para qué cambiar?
Muchas veces el miedo constituye el mayor obstáculo a superar. Nuestros sentidos incrementan ese miedo en nuestra mente al percibir como los empleos ya no son seguros, existe inestabilidad laboral, escuchar y leer historias sobre personas que han sido víctimas de despidos y que han perdido sus trabajos por cierres de fábricas, procesos de reingeniería, programas de "retiros voluntarios", por el alto porcentaje de desempleados más jóvenes y más actualizados que yo, en caso de…
Además nos preocupa el gasto médico, la renta, la cuota del crédito, los impuestos y la educación de sus hijos, el aumento en los productos básicos, nuestra edad, etc.
Con toda esta serie de miedos, preocupaciones y obstáculos se mantiene nuestra mente en una situación totalmente negativa y caótica y nos privamos de darnos la oportunidad y el tiempo para pensar en el crecimiento personal.
Es necesario hacer un alto. Tomar una nueva decisión: realizar una renovación personal. Crear y aceptar nuevas creencias que nos ayuden a desarrollar nuevos proyectos y, a reactivar el potencial creativo que nos permita producir relaciones, productos o servicios de alto valor y excelente calidad. Buscar ser cada cada día que pase en nuestras vidas… un ser más humano.
Hoy día, toda la información para el cambio personal, se encuentra y es fácil de adquirir, pero el esfuerzo y la decisión para crecer y cambiar es solo nuestra.
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