Extraña es nuestra situación aquí en la vida, pues nuestro paso por ella es como una visita, sin saber por qué; sin embargo, tal parece que tiene designio divino.
Sobre todo, para aquellos a quienes su sonrisa y bienestar es nuestra propia felicidad y también para incontables almas desconocidas, cuyo destino está relacionado con nosotros por un lado de simpatía.
Muchas veces, durante el día, comprendo que mi vida externa e interna está estructurada y dependiente del trabajo de mis congéneres, algunos ya muertos, y otros aún viviendo; y cuán ardiente debo esforzarme en servir y dar, en pago de lo mucho que he recibido.
Albert Einstein
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